AHU. Este término designa estructuras ceremoniales y enterratorios, donde se rendía culto a los ancestros. Eran lugares sagrados, protegidos por tapu específicos. El elemento esencial de un ahu, es una plataforma elevada rectangular, delimitada por grandes bloques de piedra tallados o ajustados, rellena de piedras, grava y tierra, con su parte superior plana y pavimentada, asociada a una explanada o plaza frente a ella. Se localizan generalmente en la costa y se orientan paralelos a ésta. Algunas estructuras presentan orientaciones astronómicas relacionadas con los solsticios y equinoccios. Las construcciones más antiguas de este tipo han sido fechadas entre los siglos sexto y séptimo1. Estas estructuras eran los centros político-religiosos de las diferentes tribus y linajes y tienen su equivalente directo en los marae o altares de la Polinesia Central y Oriental.

A través del tiempo y por más de 1000 años estos monumentos evolucionaron, siendo cada vez más complejos y de mayor tamaño, incorporándoseles numerosos elementos arquitectónicos, estéticos y de culto. Entre éstos, una rampa frontal de acceso a la plataforma, pavimentos de piedra, alas laterales, crematorios y estatuas.

En términos generales podemos referirnos a tres tipos de ahu. El ahu moai  el ahu semipiramidal, y el ahu poe poe.  A excepción del ahu moai, los otros tipos parecen haber sido construídos para la función primaria de albergar enterratorios. A partir del siglo XII hay evidencias de construcción de cámaras funerarlas (cistas) en algunos ahu moai, y entre 1680 y 1868 A.D. la gran mayoría fue transformado en grandes tumbas colectivas.


Nota: Recientes evaluaciones y calibraciones de fechas de C14 sugieren que los sitios ceremoniales más tempranos serían probablemente más tardíos, con fechas iniciales de alrededor del 900 al 1000 A.D.

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